domingo, 9 de diciembre de 2018

Etapas del proceso de búsqueda de información en la Web

¿Por qué buscamos información?



Un proceso es un conjunto de pasos o etapas ordenadas y relacionadas para llevar a cabo algo con un objetivo. Es por eso que hablamos de «proceso de búsqueda de información». Es importante, para poder empezar a resolver nuestros problemas de información con la máxima eficiencia, asumir que la búsqueda de información es un proceso, con unas etapas por las que hay que ir pasando.




1. Analizar la situación o el problema que ha generado la búsqueda y definirla:
  • Establece la finalidad y los objetivos de tu búsqueda. ¿Está motivada por la realización de un trabajo de clase o el trabajo fin de grado, o simplemente quieres complementar la información proporcionada por el profesor o profesora de una asignatura?
  • Si se trata de un trabajo de clase, ten claro lo que te piden: un comentario, un análisis crítico, un resumen, un estudio de un caso concreto...
  • La finalidad de tú búsqueda determinará el tipo de fuentes que tendrás que consultar: fuentes estadísticas, gráficas, documentales (enciclopedias, diccionarios, manuales, artículos, archivos...).
  • Encuadra tu tema de búsqueda en un ámbito científico concreto, para diferenciarlo y evitar confusiones, y establecer el marco general y lo que ya se conoce sobre el mismo, las novedades o los aspectos bajo los que se ha considerado. Puedes utilizar enciclopedias, manuales o monografías más especializadas. La información que obtengas te servirá de punto de partida para iniciar la búsqueda bibliográfica.

2. Establecer el nivel y la cobertura de la búsqueda:


Establece el periodo temporal que debe cubrir la búsqueda, el nivel de actualidad, en función de si es un estudio de carácter retrospectivo, o si se pretende localizar la información más reciente.
Delimita la cobertura geográfica en la que se centra la investigación (continente, país, autonomía, comarca, municipio...). Ligada a esta cuestión está la lengua en la que encontrarás los documentos recuperados. Recuerda que el inglés se ha convertido en el idioma científico por excelencia.

Ten en cuenta que una cosa es el idioma en el que realizas la búsqueda y otra el idioma en el que están escritos los documentos recuperados. Por lo general (salvo en los recursos de información en castellano), el idioma para realizar las búsquedas es el inglés, aunque los títulos y los resúmenes de los documentos estén es su idioma original.
Selecciona la tipología documental que desees utilizar: monografías, artículos de investigación o de revisión, tesis, ponencias y comunicaciones a congresos, catálogos o inventarios de archivo, biografías, anuarios para los datos de actualidad, estadísticas, datos geográficos, legislación...
Ten en cuenta que los tipos de documentos a utilizar varían, además de la finalidad del trabajo, en función de las disciplinas. En Lengua, Literatura, Historia y Humanidades, se utilizan más monografías (libros) y congresos, aunque en otras disciplinas, como en Ciencias se recurre más a artículos de revistas científicas.

3. Seleccionar las fuentes de información que vamos a utilizar

Es una de las fases más importantes del proceso de búsqueda. Nos garantiza la recuperación de la información más adecuada a nuestra necesidad de información. Estas fuentes varían en función de tu disciplina o ámbito de estudio. Hay algunas de carácter multidisciplinario, que recogen información y documentos de todas las materias, y otras especializadas en una disciplina, o conjunto de disciplinas muy próximas.
4. Elaborar la estrategia de búsqueda
  • La estrategia de búsqueda es la manera en que interrogamos a un recurso o un conjunto de recursos de información para localizar y acceder a la información que necesitamos.
  • Está constituida por la serie de operaciones de búsqueda que realizamos hasta conseguir un resultado satisfactorio. Una estrategia de búsqueda puede estar integrada por una o varias ecuaciones de búsqueda.
  • La ecuación de búsqueda es la estructura resultante de la combinación de términos seleccionados, campos de búsqueda y partículas (operadores) que nos permitan combinar términos y campos.

5. Ejecutar la búsqueda y valorar los resultados
  • Debes revisar los resultados obtenidos y comprobar si son pertinentes, es decir, si se adecuan a tus necesidades de información.

  • Ese proceso de revisión te permitirá detectar si has recuperado muchos documentos que en realidad no te interesan (ruido documental) o, si por el contrario, te falta información relevante que deberías haber obtenido con la búsqueda (silencio documental).

  • Por ese motivo, es importante que tengas en cuenta la existencia de palabras que representan distintos conceptos a la vez (polisemia y homonimia) y de conceptos que pueden ser representados por más de una palabra (sinonimia).


6. Recuperar y almacenar la información localizada

Tienes disponibles las siguientes opciones:
  1. Descargar un fichero con las referencias bibliográficas localizadas o los textos completos de los documentos que te interesen si están disponibles
  2. Enviar por correo electrónico el listado con las referencias bibliográficas localizadas
  3. Crear un perfil personalizado de usuario en el recurso utilizado donde guardar tus búsquedas o tus documentos.
  4. Exportar los registros a los gestores de referencias bibliográficas, que son herramientas que permiten crear una base de datos personalizada, alimentada automáticamente, con todas las referencias localizadas en los distintos recursos. Además de poder almacenar y organizar las referencias y los archivos adjuntos, si están disponibles, te permitirán generar bibliografías e insertar citas de manera automática en tus trabajos de clase. La BUA te facilita el uso de Refworks y de Mendeley.



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